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Poema [1]

不 好 勞 神

何 用 疏 親

No es bueno agotar la energía vital,

¿de qué sirve huir de esto y buscar aquello?

Comentario

En el vertiginoso torbellino de la vida cotidiana, a menudo nos sumergimos en la vorágine de nuestras preocupaciones sin detenernos a considerar en qué dirección estamos dirigiendo nuestra energía vital. Jianzhi Sengcan nos insta a reflexionar sobre nuestras acciones diarias y cómo invertimos esa energía que es tan preciada. ¿Cuántas veces nos obsesionamos con apegos que, en última instancia, solo nos consumen sin aportar verdadero valor a nuestras vidas? ¿Cuántas veces buscamos desesperadamente escapar de lo desagradable, sin percatarnos de que quizás estemos dilapidando esa energía que podríamos invertir de manera más adecuada en nuestro bienestar y en el de los que nos rodean?

Tomar conciencia de nuestra energía vital implica estar presentes en cada momento, ser conscientes de nuestras elecciones y dirigir nuestra atención hacia aquello que verdaderamente importa.

La práctica de la meditación Zen nos ofrece una herramienta invaluable para cultivar esta conciencia. Al entrenar nuestra mente para estar completamente presente, aprendemos a desapegarnos de las preocupaciones superfluas y a enfrentar lo desagradable con serenidad. La práctica meditativa no se limita a la quietud de la sesión, sino que se extiende a la vida cotidiana, guiándonos hacia una gestión más sabia de nuestra energía vital.

Así que, en nuestro viaje hacia un equilibrio vital, podemos tomar las palabras de Jianzhi Sengcan como una guía que nos sirve de orientación. No agotemos nuestra energía en vano, evitemos obsesionarnos con apegos innecesarios y abracemos la conciencia como una brújula para dirigir nuestra energía hacia lo que realmente importa. En cada respiración, en cada elección, encontramos la oportunidad de vivir con plenitud y consciencia.